salamanca
está claro. cada vez que entro en salamanca, es ver el perfil de las catedrales y una vocecita en mi interior me susurra "bienvenido a salamanca; dejen su amor por el calor y su régimen antes de entrar, pueden recogerlo a la salida. gracias".
y eso hago. este fin de semana llegué el viernes con 116,7 kilos. el sábado por la noche pesaba más de 122. hoy lunes ya me acuesto otra vez con menos de 118.
es que vaya forma de comer hay por ahí arriba. que no digo que aquí sea menos... pero allí ponen más facilidades.
eso está claro y eso he descubierto.
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