la revista especializada inglesa
'restaurant' ha repartido sus premios anuales a las mejores cocinas del mundo. por tercer año seguido, el señor ferrán adrià se ha llevado el
primer premio.
lo flipante es que, de
los 50 mejores, 8 son españoles. aún más, entre los 10 primeros hay 3 de nuestro país. desde luego, de política, de educación, de medio ambiente, de economía... no sabremos mucho. pero lo que es del placer de comer... que nos gane alguien si se atreve. adoro todas las cocinas del mundo. me gusta probar todo aquello que s ehace de una forma diferente a lo que conozco. si me dan a elegir, supongo que me quedo con la cocina japonesa, china, indonesia, peruana y, como no, con la española. pero me da nosequé dejar fuera la italiana, la marroquí, la india, la brasileña, la mexicana, la portuguesa, la húngara, la turca... y porque no conozco apenas las africanas!!!
me ha decepcionado ver que sólo hay un restaurante latinoamericano entre los 50 mejores del mundo (el
D.O.M., de são paulo). pero bueno, será un efecto de la globalización. hay americanos, australianos e ingleses entre los 10 mejores del mundo y no creo que esas culturas tengan en la gastronomía uno de sus puntos fuertes.
otro aspecto es lo que mucha gente dice: que te cobren 50 euros por un plato que pesa menos de 100 gramos es un robo. bueno, es un punto de vista. lo que está claro es que si voy al bulli, no voy a hartarme. ni siquiera voy a comer. voy a saborear. porque, ¿dónde está el límite de lo caro y lo barato en gastronomía? mi hermana prefiere gastar 3 euros en una chesseburger que 30 en un trozo de solomillo de buey. aunque pesen lo mismo. para mí eso no tiene sentido. pero ¿y si en vez de 30 € son 100 porque el solomillo no es de buey sino de
ternera de kobe? pues para unos será un timo y para otros será un placer.
personalmente, disfruto comiendo. y disfruto mucho. hay sabores que recuerdo de hace muchos años al igual que otras personas recuerdan olores de gente o sitios. sin embargo, no podría decir qué me gusta más, si el rape con secreto en sopa de almendras que tomé en el
altair, de mérida, el tiramisú de mi tía lolita, la cataplana del don fernando, en el algarve portugués, el arroz con leche de mercedes o mi tía cristina, los plátanos dulces y con sabor a cítricos de
nyaung shwe, la tortilla de papas de la tata o el plato de papas fritas con huevos y cebolletas que ha hecho hoy mi madre. me gusta todo y en cada ocasión me apetece una cosa. es como la música. no sé si me gusta más portishead o nirvana. depende del momento.
porque creo que la gastronomía es un placer que se está empezando a conocer ahora.
