enamorado de una ciudad

estuve el lunes pasado en granada. sólo el tiempo de dar una vuelta, tomar unas tapillas, pasear un poco con carlos charlando de todo un poco y volver a tiempo de coger el tren para sevilla.

y no es normal la magia de esa ciudad. ni cuento lo de las tapas, porque es de escándalo (a pesar de que no es como en almería, que tú eliges la tapa; aquí te ponen la que ellos quieran... pero no es cuestión quejarse), sino por la ciudad en sí. estaba viva. se movía, gente por todos lados pero sin multitudes. personajes de todo tipo circulaban tranquilamente.

y la propia ciudad. esa callejuelas, el paseo de los tristes, el darro, los edificios, la catedral y sus alrededores, la plaza del triunfo llena de gente al sol... debe ser increíble vivir allí.

yo nací, pero creo que volveré algún día. no sé cuándo ni por qué ni cómo, pero me veo disfrutando de sus calles una buena temporada.