día de playa
ha sido levantarme en RL, ver que eran las 9 y media y salir pitando a la playa.
al principio no había nadie, salvo los paseadores de perros (me he quedado flipado de la cantidad que hay a esas horas para que no vea nadie que en total pueden dejar en la arena litros y litros de líquidos con alta concentración en nitrógeno). y estaba en la gloria, me bañaba, me ponía mi ipod y a seguir leyendo. y poco a poco ha empezado a llegar gente. y a instalar las toallas, las sombrillas, los chiringuitos, las neveras a la sombra, los juguetes de los niños... el arsenal de playa, vamos.
y no sé cómo, he mirado el reloj, eran las 12 y me he quedado pasmado al ver la cantidad de gente que había llegado. el ruido de los gritos, los vendedores ambulantes, la gente saltando y gritando porque es una costumbre hablar a 20 metros de distancia y ninguno de los dos interlocutores hace el mínimo gesto por acercarse al otro. así que me he bañado una vez más, he acabado el libro y me he vuelto a valverde.
disfruto con las playas, pero hay demasiada gente en verano. así que las prefiero o más alejadas o a "otras horas", es decir: de noche o por la mañana temprano. ese ronrone perpetuo de las olas se me mete por las orejotas y me llena el cerebro de tranquilidad y de buenas sensaciones. es como el fuego, podría estar mirándolo eternamente.
a ver cuándo toca el siguiente día de playa...
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