mastercard inversa

acostarte temprano y perderte 2 capítulos de csi que ya he visto (casi seguro)... vale poco.

despertarme a las 6 menos 10...... no tiene precio.

levantarme a las 6...... tiene menos precio aún.

estudiar 2 horas... bueno... ni fu ni fa, mestoy acostumbrando.

buscar 10 minutos en casa los guantes de la moto... vale 10 minutos y un minicabreo al ser una búsqueda infructuosa.

buscarlos 5 minutos en la farmacia.... no tiene precio porque los encontré cuando casi los daba por perdidos.

ver que tienes prisa y la moto tiene la gasolina justilla para llegar a huelva.... tiene un susto.

ver que, cuando queda menos de un km, la moto te da tirones por la gasolina... tiene susto más grande.

perderte antes de encontrar la uned cuando quedan 5 minutos para empezar el examen... no tenía precio, la costumbre le ha dado un precio aproximado de una resignación leve.

esperar la cola, subir las escaleras, dar el dni y que te digan "... estoooo.... espera ahí a que pasen los demás"... vuelve a no tener precio. me lo han hecho muchas veces en discotecas y una vez en un avión y, teniendo mi vbillete, los cabrones de iberia decidieron que era mejor que yo perdiese 3 horas en el aeropuerto y venderle mi billete a otro y, con todos los retrasados, rellenar el último avión del día que tenían medio vacío (ojo, no medio lleno). pero en un examen es la primera vez.

que te digan que tu examen es a otra hora... eso vale una sonrisa de resignación, la típica frasecita interior (javier, no eres más tonto porque no ensayas) y reorganización de los horarios de exámenes. bueno... noe s mucho. pero tampoco es poco.

cara rara me puso la secretaria cuando me dijo: "te doy una copia de los horarios de los exámenes?" y le respondí, todo orgulloso: "no, gracias. ya tengo una y subrayada y todo con fluorescente". me dijo con su lenguaje no verbal: "pos niño, míralo bien la próxima vez".

en fin... exámenes atrasados para la semana de los enamorados.