un blog en el que voy a hablar de lo que me ocurra. será un diario en el que no contaré todo lo que siento, pero sí cosas que sienta y crea que debo expresar. y quien quiera puede participar libremente. por cierto, me he dado cuenta de que se ve mejor con el mozilla firefox que con el explorer

sábado, abril 02, 2011


es mi criaturita. pero como fue la cosa demasiado fácil, hice un experimento australiano. en el país continente que queda a tomal pol culo de nosotros tienen unos grandes incendios cada año. el bosque típico de australia, el outback, es una zona semidesértica, pero que no llega a desierto (salvo en inmensas extensiones como el desierto victoria, por ejemplo, pero me centro ahora más en la naturaleza del outback).

el caso es que ese outback está muy poco irrigado y hay una gran cantidad de plantas, principalmente arbustos y arbolitos pequeños. y claro, en la época más seca (de las dos: la seca y la más seca), se producen incendios frecuentemente. hace décadas, cuadno lso aborígenes dominaban esos territorios, los incendios eran rápidos y livianos. rápidos porque toda la superficie estaba llena de ramitas secas y material muy inflamable (in-flamable... pero qué idioma es esto que lo inflamable significa flamable... pongan acento argentino y tendrán al doctor nick riviera en el episodio de 22 historias diarias de springfield). y liviano porque arden tan rápido que no crea altas temperaturas como cuando arde una encina o un naranjo, por lo que los daños son mucho menores.

y tras esta historia, cogí varios papeles de fumar (hechos de arroz sin tratar y con gomas naturales) para no contaminar mucho y los quemé en la maceta. algunas ramitas murieron y se secaron, como se ve en la foto. pero surgieron, cual ave fénix, de sus propias cenizas para dotar de verdes tallos al mustio minitronco de mi futura encinabonsai.

es bonita mi encina, eh?