el camino a casa
aparte de una gran peli de zhang yimou, es mi ruta diaria. 2 veces de vuelta y otras dos de ida (a la inversa, obviamente). tengo dos o 3 itinerarios diferentes, tanto en moto como en coche o andando, por aquello de evitar la monotonía.
en cualquier caso, andando son unos 8 minutos, en furgoneta unos 6, en coche 4 y en moto menos de 2. siempre calculando un aparcamiento normal.
hoy he tardado casi 15 en llegar a casa. primero, para salir de mi aparcamiento, he tenido que pitarle a un coche que tenía pegado atrás y ni él sabía lo que quería hacer. la verdad es que yo debía ser poco visible porque sólo llevaba a rosalinda (una volkswagen caravelle no es el coche más pequeño del mundo) con las luces de marcha atrás encendidas.
avanzo unos 20 metros y giro a la derecha porque un tipo ha tardado como un minuto en convencer al perro para que entrara en el coche. la tipa, al volante, ha esperado estoica.
avanzamos girando a la izquierda bordeando la iglesia frente al colegio de las salesianas. bueno, pues otro minuto para recorrer unos 30 metros porque había restos de una obra (restauración de la iglesia) y claro, su utilitario casi no cabía (es pura ironía ya que yo iba detrás con RL y no vi problema alguno).
al llegar al cruce con la calle real de abajo, unos 20 segundos para girar a la derecha. aún sigo pensando si vio algo para quedarse ahí no parada sino haciendo amagos de salir.
cuando voy llegando al final de la calle, tengo que dar un pequeño volantazo y frenar porque una lista decidió que era el momento de abrir totalmente la puerta de su coche.
giro a la derecha, voy a coger el callejón de la patton al pie de la cuesta del santo cuando el coche de delante se frena. y yo también. pone la marcha atrás. y yo también. y observo alucinado cómo viene un coche a contramano por el callejón. bueno, pues no sólo se mete en dirección prohibida, sino que además hace retroceder a 2 coches que van por su camino correctamente. nos echamos hacia atrás los dos para dejarla pasar y... decide quedarse bloqueando la calle camacho. no es que se meta y se quede quieta al principio de la calle. no. es que se pone aparcada como si el principio de la calle fuese una pared y aparca ahí, cortando la calle. yo lo flipo y sigo.
más adelante, cojo el callejón de la carpintería y salgo al campo para ir a casa y me encuentro, al llegar al final de mi calle para dar la vuelta en la reondela, a un joven que ha decidido aparcar en medio de la calle, así que trato de esquivarlo con cuidado y veo que está hablando por teléfono.
total, que entre 10 y 15 minutos para llegar a casa cuando el camino de vuelta no suelen ser más de 4... las cosas de la calma.
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