saturday night fever

no me refiero a la peli, ya que es sábado por la noche y estoy escribiendo en el blog. he cenado algo del chino con mi hermana, he acabado de ver una peli (buscando a eva) que está graciosa. y ahora, a la 1 de la mañana, es cuando ponen las buenas: mars attacks y en la línea de fuego. manda huevos con la programación de la tele en este país. por lo general, mientras mejor sea algo, a peores horas lo ponen. no falla.

lo del chino ha sido de prueba: el típico rollito de primavera, un poco de cerdo sao-cha (bueno, pero demasiado gelatinoso), otro poco de pollo al estilo tsao (creo que se han confundido y me han puessto el pollo gon-bao pero poco picante... no sé, habrá que seguir probando para comprobarlo), una sopa de won-ton (la mía que hice el jueves me salió mucho más rica (lo pondré en el blog de las comidas en breve) y me han regalado unos talalrines 3 delicias, pero es algo que como de vez en cuando en mi casa y me molan más los que yo me hago.

y me han mandado un mensaje. hay gente cantando la canción de alaska de a quién le importa en el bar el tiovivo, en salamanca. y ma dao mucha envidia. ¿el teletransporte no era pal siglo xxi? ¿a qué esperamos? me conformo con el vídeo:

¿qué pasó con esas noches de sábado de llegar a las 11, comer algo rápidop, quedar, botellón, bares, saltar, bailar, reír junto a la barra, conocer gente, reventar de casancio y volver a casa andando porque nos hemos bebido los 5 euros del taxi en forma de últi... de penúltima copa?

me apetecen, pero la gente ya cada vez está menos por la labor. o cansancio acumulado de la semana trabajando, dolores de cabeza, de tripa o de espalda, resacas de 4 días por un día de fiesta (en vez de resaca de un día por 4 días de fiesta), muchos kilómetros en coche... nos inventamos excusas y más excusas. supongo que es ley de vida, que viene a ser un motivo que generaliza todo aquello que ya no podemos hacer y antes esperábamos ansiosos a que llegase el momento de hacerlo.

me apetece un botellón. o un día de cervecitas. incluso bailar en un bar como si nadie más que nosostros estuviese mirando. son ya demasiado escasos esos días. ¿acaso volverán, como las oscuras golondrinas? o tal vez sea el momento de asumir nuestra fecha de nacimiento...

buenas noches.