antes sí, ahora no

la evolución va con las personas. si alguien no va cambiando a lo largo de su vida... creo que tiene un problema. aunque sea poco, se cambia. y eso me ha pasado a mí con una de las cosas con las que más disfruto: la publicidad.

hay un tipo de anuncios que, por lo que aprendí en las clases de marketing internacional (vaya supergrupo panama jack con belén, elena, ivan, jorge y yo), llaman a las emociones personales para atraer. antes me encantaban, me ponían los pelos de punta. cajamadrid me dejó de piedra con anuncios como este:

otro que también lo consiguió fue iberia con su anuncio de los payasos. me hacía pensar que la gente podía ser realmente buena, compartir, entenderse, buscar el bien y no el mal... esos tópicos que resurgen cada navidad, que se hunden al ver las noticias de un día cualquiera. pero iberia consiguió darme ilusiones otra vez en el ser humano. lo consiguió así:

y ahora he vuelto a ver otro anuncio. al oír la voz ya me gustó y lo miré con más atención. durante todo el anuncio sonreía por dentro, me daba esperanzas de nuevo. pensaba que sí, que el ser humano podía dejar de ser un lobo para sí mismo... hasta que llegó el final y me di cuenta de que no, que no somos capaces. al menos no todavía. el egoísmo nos puede y nuestro orden de prioridades está confuso y confundido. os lo dejo, a ver qué os hace pensar:

¿podemos o no podemos? por nuestro bien, espero que sí