un blog en el que voy a hablar de lo que me ocurra. será un diario en el que no contaré todo lo que siento, pero sí cosas que sienta y crea que debo expresar. y quien quiera puede participar libremente. por cierto, me he dado cuenta de que se ve mejor con el mozilla firefox que con el explorer

quarta-feira, fevereiro 23, 2011

la zootera

resulta que es un nuevo palabro. si ahora las feministas dan pie a numerosas nuevas palabras como jueza, clienta, dependienta y similares... pues yo hago lo ídem.

así que una zootera es una carretera que parece un puto zoo. cóm que por qué aprece un puto zoo? pues porque no es normal lo del otro día.

a ver, venía yo tan tranquilo desde sevilla de comprar cosas para la farmacia (es muy coqueta ella, o al menos lo intenta, pero el tiempo hace estragos... en todo/s). al llegar a la N-439, nada más salir de la palma del condado, un grupo de sapos en la carretera. los había visto en la sierra, pero no en esta carretera, pero como ahora hay humedales a los dos lados, pues era probable. a las 5 de la tarde, cuando iba hacia sevilla, vi grandes bandadas de cigüeñas que volaban de sus nidos en los postes de teléfonos hacia las zonas encharcadas que rodean la carretera. estaban cazando ranas, ratoncillos y tritones, lo típico. pero podían ser, por lo menos, unas 15 parejas.

más tarde, ya acercándome a mi destino, como a mitad de camino entre la palma del condado y valverde del camino, me encontré con un bicho en la carretera. sólo me di cuenta de que, por la cola, parecía un lémur. yacía en el asfalto, muerto o moribundo. así que, rápidamente, cosa rara en mí, pensé que la carretera N-439 no está en madagascar, lugar de origen de los lémures. también me di cuenta de que no había montado en ningún avión o barco receintemente, por lo que, definitivamente, no. no estaba yo en madagascar.

la curiosidad se apoderó de mí (maldita curiosidad...) y me di la vuelta pra ver si el lémur era un lémur, era un marciano (por qué tienen que ser cabezones, bajitos y verdes??? abajo los estereotipos, luchemos por los derechos a no ser confundidos de los extraterrestres!!).

di la vuelta con cuidado y tranquilidad y, de repente, me sale una cierva de la izquierda y se me cruza. lo único que pude hacer fue esquivarla como buenamente pude, por detrás. aunque conseguí no darle (que atropellar a un ciervo viene a ser como comprarte un coche nuevo porque te lo deja pal arrastre), la rueda de atrás perdió agarre porque desapareció el suelo del arcén. son esas cosas que nunca he comprendido mucho. poner una zanja de un metro de profundidad a unos 60 centímetros del borde de la carretera, pero bueno, el señor pere navarro, que nos cuida mucho, habrá pensando que salva muchas más vidas poner velocidad máxima de 30 km/h en calles de una sola dirección (o sentido, que no sé cuál es la opción correcta) en ciudades que arreglar las zanjas junto a la carretera. ojo, que me parece que lo está haciendo rematadamente bien el señor navarro, eh? que conste, a pesar de todo.

el caso es que el coche se me quedó con las ruedas delanteras rascando la tierra a puntito de tener agarre y salir. pero como habái tierra y peidrecillas, pues patinaba. y las ruedas de atrás, la derecha en el fondo de la zanja y la izquierda apoyada sobre una piedra. en ese momento em acordé que no me había llevado al cámara de fotos ni lelva conmigo el móvil, así que me quedé sin hacer la gracia de hacer una foto y mandarla a algunos amigos con el mensaje: "¿cómo que no aparco yo ahí?". en fin... ya tendré más oportunidades. o no.

paré un coche, les dije lo que me había pasado y, con el móvil de raúl (tras verificar que no teníamos cuerdas ni nada para que él me sacase y confirmar que mi móvil volvía a estar ausente; creo que olvidado en mi casa) llamé por teléfono. llamé a mis padres para que los chavales no esperasen tanto. luego llamé al seguro y, tras preguntas tan intetresantes como "¿de qué color es el coche?" (es que si es rojo en vez de gris no me atienden o qué?), me enviaron una grúa en media horita.

mientras esperaba, pues me fui a ver al lémur. pero claro, cuando vi que el lémur parecía un gato chico con la cola tirando a infinito... me di cuenta de que era una gineta.

seguí esperando y lo peor de todo fue un mastín grande como un caballo chico que no dejaba de ladrar a unos 30 metros. un ratito no pasa nada. ya un rato es molesto. pero media hora es un coñazo!!

al final llegó la grúa, sacó el coche y me fui a la farmacia a descargar el coche. por el camino, aún me dio tiempo a ver un conejo que fue corriendo por la carretera durante unos 200 metros. el bicho iba como a 30 km/h y yo detrás, intentando hacer que se apartase. pero no quería. era como la fórmula uno (salvando las distancias, claro). yo intentaba irme por su derecha o izquierda y el conejo que me tapaba los huecos. fue gracioso sólo porque la persecución duró lo dicho, unos 200 metros. llega durar un poco más y hoy como arroz con conejo.

en fin, que si en un rato veo cigüeñas, sapos, una gineta, una cierva, un mastín, un conejo... eso deja de ser una carretera y pasa a ser llamada, como mínimo zootera. bueno, además podría añadir gavilanes, cernícalos, tórtolas, varias clases de pajarillos insectívoros (jilgueros, jamaces, chamarices, verderones, gorriones... son abundantes en la zona), zorros de vez en cuando y un lobo que vio mi padre hace años en esa misma carretera. a veces también hay búhos posados en postes alrededor de la carretera y de noche debe haber mochuelos y lechuzas. pues lo de zootera le queda de escándalo.

nada, otra anécdota.