bad days
a mi entender, hay dos tipos de días malos.
el primero es ese en el que, hagas lo que hagas, sabes que te va a salir mal. si sales de casa es muy probable que olvides las llaves dentro y no venga nadie hasta la noche, si necesitas comprar algo, has olvidado el dinero; o la tarjeta; o lo que es peor, el dni y en esa tienda son legales y no te venden si no enseñas el dni. si haces un examen, te sale como el culo. si conoces a alguien genial, dices algo que luego pasas horas diciendo que es una cagada (y realmente lo es). si buscas una oferta, el de delante de ti se llevó el último. si tienes que llamar, no hay cobertura o se te acaba la batería justo cuando le otro descuelga (es decir, te cobran pero no hablas). en fin, todo cosas de ese tipo.
y la segunda clase de días malos es cuando no te pasa nada malo en realidad pero no te encuentras bien. no es que estés enfermo, sino que tienes ganas de comer pero no tienes hambre, das vueltas pensando qué es lo que quieres hacer y, cuando lo descubres, vas a hacerlo y no es eso. quieres hablar con alguien, coges el móvil y no te apetece llamar a nadie de los que hay en esa lista. abres la nevera, la miras fijamente, estudias su contenido... y nada te apetece. si estás cansado no puedes dormir por alguna extraña razón. si estás hiperactivo, no se te apetece hacer nada. y sólo piensas en aquello en lo que sabes que no debes pensar porque no te viene bien, porque te entristece o porque es un círculo vicioso sin solución. si te pones a oir música, ninguna de tus canciones favoritas logra llenarte. si quieres ver una peli, ves todas las posibles y unas son demasiado complejas, otras demasiado bobas, largas, aburridas, intelectuales, simples, romanticonas... te es fácil encontrar una excusa para no verlas.
bien, pues hoy es un día de los del tipo b para mí. es más, llevo así desde el sábado pasado. y estamos a miércoles!!! increíble.
dura mucho esto, oiga?